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martes, 31 de julio de 2012

Cambiarle los ZAPATOS planos por tacones



“Dos o tres vestidos, zapatos planos que son reemplazados por tacones, una corona y un peinado más elaborado son los detalles que hacen la diferencia ese día tan especial para la quinceañera”, expresa Sonia, de 70 años, que ha festejado a sus tres hijas y, ahora, a sus nietas.

La abuela cuenta cuáles son las tradiciones que se cumplían en su juventud y que hoy se mantienen en su familia. “Las fiestas de quince años constituían un gran evento social con el que se marcaba el paso de la niñez a la adolescencia”, dice Sonia.

Las invitaciones deben enviarse al menos con dos semanas de anticipación, con los nombres de los padres de la quinceañera y haciendo referencia al tipo de vestuario a llevar.

Si la fiesta es tradicional, se deben usar de dos a tres vestidos y las damas deben confeccionarse uno que combine. “El primero es casual, para recibir a los invitados; el segundo debe ser largo y elegante, para bailar el vals; puede quedarse con éste toda la noche o cambiarse un tercero, más cómodo”, indica Rosita, de 72.

Al entrar detrás de las 14 damitas (que son sus mejores amigas), cada una representando un año de su vida, la quinceañera ingresa del brazo de su padre con el vestido largo y unas zapatillas bajitas para que, una vez en el centro del salón, el papá le cambie las zapatillas por unos tacones. Esto simboliza que dejó de ser niña para pasar a ser una jovencita”, explica Rosita, que se remonta con un suspiro a las tradicionales presentaciones en sociedad de antaño.

La corona

Antes de que haga su entrada la quinceañera, una niña ingresará al salón portando una almohada en forma de corazón y sobre ella estará una coronita que la mamá de la festejada le pondrá en la cabeza, simbolizando que es la princesa de la casa.

Los pajes

Cada una de las 14 damas debe elegir a un joven que la acompañe como paje de honor. Éste debe llevar una rosa que la quinceañera recibirá después de soplar la velita de la dama de honor, mientras baila el vals con su padre.

Costumbres

Las damitas ingresan con una vela encendida en las manos y acompañadas de sus pajes. Y forman dos columnas en los costados del salón. La festejada debe bailar el vals e ir soplando las velitas.


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